
Pasa con Borges que me hiperactiva, llega inconsciente con las llaves que abren las compuertas, y pulsa simultáneamente todos los interruptores que encienden el caos de galaxias que es a veces mi cabeza.., con lo que tengo que medir su lectura, dosificarme, porque después las innumerables, alborotadas, y frescas ideas, en su estampida anárquica, no siempre son capaces de encontrar una salida, cosa que tal vez sea lo mejor, porque ni el mundo les/me da tiempo, ni recibiría bien muchas de sus formas. Solución: racionar, procesar, incorporar.Como la vida misma.
"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos"
J. L. Borges
3 comentarios:
No importa, pero justo ahora me importa. No, no, espera, lo que me importa es que tuve la felicidad y leí parte del libro y lo cerré, lo cerraron, lo cerramos...
La solución lleva su método.
El gato, vaya ironía... pero seguro eso lo hace precioso.
"Que el cielo exista, aunque mi lugar sea el infierno. "
A veces pienso esto yo también.
Me parece bien q raciones la lectura, aunq creo q es uno de los únicos vicios q no es tóxico.
Saludos desde el Inframundo.
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